Formación de escritores

Lo vi en una película. Una jovencita quería ser escritora. En su pueblo había un novelista de reconocida fama. La chica ahorró algún dinero y, un buen día, se fue donde el maestro a quien le pidió que le dé clases porque quería ser novelista. Con poco agrado el escritor aceptó la propuesta y, en la primera sesión de trabajo, hizo que se acerque a la ventana y que observe lo que había en la calle.  La chica así lo hizo y dijo que veía dos automóviles, una madre que llevaba de la mano a su hijo, un perro que buscaba comida, unos árboles floridos, etc. Muy bien expresó, ahora dime lo que no ves. Pero cómo, dijo sorprendida la alumna. Si quieres ser escritora, no sólo tienes que decir lo que ves, sino lo que no ves y es producto de tu imaginación, sentenció.

Si nosotros repasamos las obras literarias, desde las más famosas, como los clásicos griegos y latinos, las que se escribieron en la edad media y moderna, hasta las que se escriben en la actualidad, daremos la razón a aquel escritor de la película, sobre todo en los géneros épico y narrativo, los autores despliegan su talento para ser extraordinarios narradores de historias basadas en la vida real, con grandes complementos de mitología, realismo mágico, fantasía, ciencia ficción, etc.

Y cuando estamos en al aula, en clase de Literatura, ahora con lineamientos curriculares que se dicen de última data en el campo literario, muy poco se abordan temas que hablen de escritores: poetas, narradores, dramaturgos, ensayistas, de quienes se puede aprender y mucho. Ahora, más se apunta al conocimiento e influencia de las redes sociales en la formación de los estudiantes y cómo los alumnos pueden servirse de ellas para ser generadores de productos literarios.

Por eso es importante destacar la edición del cuarto tomo del libro Domovik, en la unidad educativa particular Eugenio Espejo, que recoge catorce cuentos de catorce soñadores que creen que pueden ser escritores. Bien por Marvin Ordóñez, mentor de estas actividades. Y, sobre todo, que haya seguimiento, para que los alumnos, después, sigan escribiendo.

Darío Granda Astudillo

dargranda@gmail.com