Resulta vital en la relación saber sobrellevar los conflictos de una forma asertiva, proactiva, aceptando que el amor implica respeto hacia su cónyuge y uno mismo, de esta manera se encuentra equilibrio en la convivencia a través de una relación equitativa; sin embargo, se requiere de voluntad y esfuerzo continuo para mantener la llama del amor viva. Recuerde que la relación se sostiene si existe un sentimiento recíproco de atracción, respeto y admiración hacia su pareja sin poner en riesgo su estima propia ni su independencia.
Es necesario que usted exprese sus sentimientos a su cónyuge, sin considerar que es una debilidad ya que la sociedad actual es eminentemente machista a pesar de poseer una legislación con enfoque de derechos. No agreda ni lance ofensas sin control que harán que la comunicación se rompa y los sentimientos se conviertan en un factor estresante, desencadenando depresión y ansiedad que conducirá a la disolución.
Por el contrario, expresando nuestros sentimientos brindamos información adecuada a nuestra pareja sobre si estamos apenados, preocupados, alegres, irascibles en ese momento, de esta manera logrará conocer el punto de vista de su cónyuge frente a un hecho cualquiera pero apoyado en la exposición de razones, así como el niño requiere cuidados, las parejas necesitan argumentos.
SI el deseo de estar con su cónyuge es lo que lo retiene a su lado usted y su pareja se sentirán orgullosos de sí mismos ya que no existe ninguna duda de los sentimientos recíprocos que se profesan, considerando que la relación implica ser responsable de su propia felicidad y la de su cónyuge; por ello, hay que limpiar todos los días los caminos de la convivencia, no como carga impositiva sino como algo que es muy preciado que requiere de dedicación y cuidado constante. Recuerden es su decisión ser felices.
Francisco Herrera Burgos
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