Era evidente que el salario básico unificado, SBU, en cualquier momento del histórico iba a presentar un estancamiento luego de tener un incremento con proceso decreciente comparativo año tras año y es que para el 2021 el SBU será de 400 dólares. La encrucijada para todo ecuatoriano es determinar si beneficia a la reactivación económica o no. Si analizamos desde el escenario del empleador la política es favorable al no tener que generar un pago adicional para aquellos dependientes que ganan el mínimo, con aportes al IESS personal y patronal, décimo tercero, décimo cuarto y fondos de reserva (más de un año), es decir un ahorro que podría ser destinado a mayor inversión y con ello mayor demanda de personal y oferta en el mercado de bienes de bienes y servicios, considerando al sector privado el actor principal del dinamismo en la economía, y en el caso del sector público una válvula de respiro ante un alto gasto corriente. En cambio al analizar desde el empleado y trabajador su connotación es negativa ya que el incentivo esperado se esfuma, sumado el hecho de que la inflación determinada por el valor de la canasta básica que bordea los 716,14 USD presente un posible incremento durante el primer cuatrimestre del 2021, por lo tanto el mercado de bienes y servicios no tendrá la demanda proyectada ya que el poder adquisitivo esperado no se incrementará y con ello el dinamismo de la economía aún se mantendrá lenta, más aun sabiendo que el desempleo sigue incrementándose, por lo tanto el ingreso promedio versus la canasta básica tendrá una mayor diferencia.
Por lo tanto cabría la necesidad de analizar y deducir si para usted, su familia y el entorno económico que le rodea, ¿la política es beneficiosa o no?