En Ecuador, las leyes orgánicas de Educación Intercultural y Emprendimiento e Innovación fomentan la creación de nuevas unidades productivas para servir a las comunidades. Se pretende concebir bienes y servicios, promover una cultura emprendedora y articular con otros actores para mejorar el desarrollo social y económico.
Los currículos de enseñanza media y superior vigentes en el país incluyen contenidos sobre emprendimiento. Además, hay programas, ferias y eventos desde los gobiernos locales que están orientados a superar limitaciones en la concepción y práctica de las innovaciones, pero queda camino por recorrer para acoplarse a los cambios en los mercados internacionales y la diversificación del comercio en línea.
Parecería que, en las ciudades pequeñas, como Loja, no reciben los efectos de las políticas arancelarias o las regulaciones de las plataformas digitales, pero no es así. En las últimas décadas, se multiplican las importaciones desde China. En las redes sociales se exaltan los modelos de consumo que minimizan a los productores locales y acrecientan las compras suntuarias.
Y aunque no sea evidente para todos los ciudadanos, la sociedad transita a energías limpias, es decir, es sumamente urgente cambiar la economía extractivista hacia otras alternativas. Y es aquí donde los medios de comunicación pueden contribuir desde la pedagogía informativa, y junto a las instituciones educativas acrecentar la visibilidad de nuevas ideas que lleven a fundar empresas, generar empleos y bienestar.
Es urgente superar la aversión al riesgo y los antecedentes de la colonia española en América Latina. Perdura una visión administrativa y paternalista que lleva a la dependencia del Estado. Incluso hoy muchos jóvenes acuden a la universidad para cualificarse como los próximos funcionarios, son pocos los que aspiran a constituir su propia compañía.
Abel Suing
arsuing@utpl.edu.ec