La pugna entre demócratas y republicanos por la presidencia de los Estados Unidos llega a su momento decisivo este martes 03 de noviembre. Esta elección marcada por una participación ciudadana catalogada como histórica, tiene algunas particularidades en su proceso, por ejemplo, el voto popular nacional no determina el ganador de la contienda presidencial, la decisión final recae en una última instancia como es el Colegio Electoral. Cabe señalar que las formas de elección para otras dignidades como miembros del congreso, alcaldes, gobernadores, entre otros se realizan mediante el voto popular.
La elección presidencial en Estados Unidos ocurre cada cuatro años, se diferencia de un sistema de elección tradicional en términos generales por la ausencia de una segunda vuelta, Según Maurice Duverger en Estados Unidos “el bipartidismo tradicional coincide igualmente con el escrutinio mayoritario de una vuelta”.
El sistema del Colegio Electoral nace en la Convención Constitucional de 1787 en Filadelfia, consiste en que cada Estado obtiene una cantidad de miembros proporcional a la representación que tiene en el congreso. Cuando los ciudadanos votan en realidad están optando por una lista de electores designados por los partidos políticos de su Estado que se comprometen en teoría a apoyar al candidato de su partido. Para que Biden o Trump ganen la contienda necesitan más de 270 votos electorales de un total de 538 en juego.
Resulta irónico considerar la forma de elección presidencial en los Estados Unidos del todo democrática, cuando un partido sistemáticamente gana el voto popular y pierde el poder a través del Colegio Electoral.