El voto milenial

A pocos días para los comicios del domingo 7 y con una indecisión muy preocupante, los candidatos han destacado un nicho importante de la población electoral, el grupo etario conocido como los milenials, cuya edad oscila entre 16 y 35 años y representa el 43% del padrón a nivel nacional.

¿Por qué la mirada al voto milenial? Expertos en marketing político explican que hay dos factores. El primero, generado por el covid-19, el miedo al contagio de los adultos y adultos mayores que no irán a sufragar, mientras que los jóvenes sí, presumiblemente por ser menos propensos al contagio. Un segundo factor que los presidenciables han explotado en su campaña se traduce en cambios: revisar el sistema para el ingreso a universidades públicas, eliminar el examen Ser Bachiller, reformas para que los jóvenes estudien por vocación sus carreras preferidas, empleo a los graduados, trabajo subsidiado, entre otros, sin decir cómo ni cuándo.

Ante tantas ofertas pirotécnicas, algunas ofreciendo dinero por el voto para que regresen las oscuras golondrinas, la juventud debe dejar de ver la política desde la vereda del frente. Hay que bajarse a la calle a confundirse con el poder ciudadano; y si “el voto es una vacuna democrática contra el populismo”, debe ayudar a despertar la ceguera social en procura de que el voto del pueblo, que es lo único que tiene sea por quien respete la democracia y la libertad, y cumpla el desafío de asegurarnos “vivir dignamente de pie trabajando y no de rodillas mendigando”.

La cita democrática del domingo constituye un sacudón para los jóvenes, que por el desbarajuste actual poco les interesa el país políticamente. El voto milenial es hoy más que necesario. Los pueblos se construyen a partir de la esperanza y la esperanza es la juventud.

Adolfo Coronel Illescas