Hemos llegado a diciembre que muchos llamaremos el único domingo del año, porque ha sido eterno, indudablemente más para unos que para otros; ahora no voy a hablarles de cómo seguir cuidándose para seguir vivos, porque eso ustedes ya lo saben muy bien; ni tampoco mencionaré nada sobre política, porque de eso cada uno sabrá como lo asimila para su provecho.
Quiero referirme sí, a la importancia que debemos darle especialmente en estas fechas, a ser gratos con las personas que han sido de gran ayuda para hacernos más fuertes; con quienes cuidan de nuestros hijos, para que podamos ir a la oficina o trabajar mejor en casa con quienes nos traen los víveres a domicilio o controlan las aglomeraciones y nos recuerdan que debemos usar la mascarilla, con los médicos y enfermeras que cuidan de nuestros enfermos sin descanso o los periodistas que se exponen para mantenernos informados, con quienes nos atienden en ventanillas paciente y amablemente o quienes recogen nuestra basura, con los amigos que por cualquier medio preguntan cómo estamos o la familia que pese al aislamiento está más cerca de nosotros y sobretodo con Dios, que aún nos da la posibilidad para agradecer sinceramente y desde el fondo de nuestro corazón, a todo ellos por colaborar en hacer más liviano el peso, que esta vez, nos tocó cargar.
Deseándoles a todos una feliz y saludable Navidad, precedida de un año nuevo lleno de esperanza y vida.
Talía Guerrero Aguirre
talia.guerreroa@hotmail.com