A Loja no se la nombra solamente por su patrimonio artístico y cultural, también porque el idioma castellano llegado en el siglo XVI, aquí se ha quedado como lo sacaron de España. Por eso Loja es una de las ciudades del Ecuador donde se habla el mejor castellano.
Dentro de esta realidad surge la abundancia de palabras o voces típicas populares, que conforman un verdadero idioma lojano que se escucha en calles, plazas, mercados, inclusive en colegios y universidades, porque la población de la ciudad ha aumentado en no menos de 50 mil lojanos venidos desde los 16 cantones de la provincia, trayendo consigo un glosario de términos y palabras populares, recopiladas en su mayoría por Leonardo Chamba Herrera. Años atrás lo hizo el recordado poeta y cantor popular, Benjamín Ortega.
Palabras y términos del habla popular lojana que suenan bien cuando son dedicados a ciertas autoridades o asambleístas, que parecen “apicotados” para hablar e “irlingos” en su gestión porque ni siquiera “aguaitan” las necesidades de Loja. Ojalá los votantes de febrero del 2025 no sigan “virolos” o “cutungos” de vista, para no dejarse “chantar” otros “alcanfores”, “petacos”, y el “chazo” no se vuelva a “cabrear”.
Como los feriados sirven también para leer, preferimos hacerlo con “Toponimias de la provincia de Loja” escrito por Jorge García Alberca. Un libro de 300 páginas que busca aclarar e interpretar la etimología o significado del nombre de ciudades, pueblos, caseríos, barrios, cerros, colinas, ríos, y lagunas de los 16 catones, 77 parroquias rurales y más de 1600 barrios de la provincia de Loja. Una investigación de años. Un producto cultural magnífico.
Dos publicaciones que, sin ser recientes, merecen ser leídas para que sus autores sientan la satisfacción de haber contribuido al rescate de nuestras raíces. Un valioso aporte histórico y cultural.
Adolfo Coronel Illescas