El día del diagnóstico

Ser padres es mucho más que tener un hijo, los hijos nos llenas de alegría, nos presentan retos, esta experiencia única viene cargada de dudas, pero también de amor y entrega, ser padre te cambia la vida.

En este camino muchos padres han sentido inquietud cuando a cierta edad los pares de su hijo ya empiezan a hablar y su hijo no, cuando su hijo no los mira a los ojos, no responde a su nombre, es muy inquieto, no duerme, es a veces agresivo; qué preocupación cuando con incertidumbre comentan con su entorno “algo pasa” y muchos les dicen espera, ya mismo lo hará. Hasta que llega el día “D”, el día del diagnóstico y te enteras que sí, “algo pasa” puede ser un Retraso Global del desarrollo, un Trastorno del Espectro autista, un TDAH o cualquier otro.

A partir de ese día los padres sienten confusión, podrían pensar que hay un error o preguntarse el por qué a mi hijo. Cuando su hijo va a la escuela la familia se ve envuelta en un medio social a veces teniendo que enfrentar con angustia la incomprensión de la sociedad. Una familia que recibe un diagnóstico pasará momentos complicados, es importante la aceptación de la realidad en este periodo de duelo.

No se sientan solos, busquen ayuda profesional, capacítense, derriben los mitos que puedan existir alrededor del diagnóstico; el aprender a través del dolor, el educar la mirada, el comprender para trabajar con el corazón, la voluntad, las emociones y la mente, los hará conscientes, libres y felices al ver los logros de los hijos.

Patricia Carrión Pilco

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