Profunda consternación ha causado en la familia bernardina el prematuro deceso del amigo incondicional de todos: Vicente Gonzalo Jaramillo Quizhpe. Educador con un carisma especial, que hizo de la amistad el nexo para forjar relaciones interpersonales sustentadas en valores como la lealtad, generosidad, bondad, solidaridad, colaboración. A todas sus acciones las ponía un toque especial de alegría y positivismo. Igual pesar deben sentir en el colegio Daniel Álvarez Burneo, en donde trabajó los últimos años.
Temprano ya estaba en el Bernardo, era el Inspector General, siempre atento para saludar con los compañeros docentes y recibir a los estudiantes; planificaba con su equipo de trabajo cada jornada diaria y estaba siempre listo para solucionar cualquier situación que se presentara.
Con paso rápido lo veíamos recorrer las diferentes estancias del centenario plantel, vistiendo de manera preferente el clásico calentador bernardino. Desde su llegada al colegio, por su extraordinario don de gentes, se ganó el aprecio y respeto de toda la comunidad educativa. Vicente, Viche o Vichito, eran las formas comunes de tratarlo, él siempre respondía con una sonrisa y un “qué fue hermano”.
El jueves 21 de enero, organizó un reencuentro virtual de jubilados del centenario plantel, pues la pandemia, por 10 meses, nos ha mantenido alejados. Quién hubiese creído que fue para despedirse. A poco de concluido el evento, nos enteramos que había sufrido un quebranto inesperado de su salud. Pensamos que sería algo superable, dada la vitalidad que tenía. Pero el lunes 25 nos despertamos con la infausta noticia de su fallecimiento.
En su querido Bernardo la bandera está izada a media asta. Hay un dolor profundo que no se pueda aplacar. Hoy sus restos serán sepultados, paradójicamente, el día de su cumpleaños. Mis palabras de consuelo a sus familiares, sobre todo a sus hijas, a quienes Vicente amaba más que a su propia vida. Descansa en paz inolvidable amigo.
Darío Granda Astudillo
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