María José Cueva Cueva
Hablar de Cariamanga, es hablar de una ciudad llena de magia, con una riqueza y un bagaje cultural invaluables. La calidez y los valores de su gente, la han consagrado como una ciudad culta y hospitalaria, única en el sur del Ecuador. Sus hermosos paisajes y sus verdes campos, adornados por el majestuoso Ahuaca, custodio inmortal de su belleza, han sido la inspiración de poetas de antaño y contemporáneos, para plasmar los más bellos versos, en los cuales se puede apreciar la perfección de su encanto.
Traer al presente a distinguidos literatos y profesionales probos, nacidos en esta ciudad cuna de maestros, como Juan Francisco Ontaneda, insigne calvense y autor del Himno a Cariamanga, es volver a sentir que, en esta tierra de “suave cuna de cien inmortales” con pleitesía el 14 de octubre se “escuchan los cantos triunfales” de todos sus hijos al vivirse 160 años de aniversario de Cariamanga como cabecera cantonal de Calvas.
Cómo no evocar en esta maravillosa fecha, la poesía llena de canto y de gloria de Rigoberto Jiménez Martínez, que en su poema A Cariamanga, mi tierra natal expresa la alegría y fascinación por su tierra, cuando nos dice: “Cantar quiero a tus hombres y a tus bellos paisajes/ al verde de tus campos, tu cielo, tu esplendor…”. Y el orgullo de ser cariamanguense sentido por Gonzalo Merino Pérez, en su poema Cariamanga, en cuyos versos escribe con pasión: “Soy valiente nacido en tierra lojana/ para decir la verdad en el mismo Cariamanga/ al pie del simbólico Monte Ahuaca/ esculpido por los ángeles del cielo”.
Recordar la poesía y pensamientos de Rodrigo Cueva Pardo, cuando en sus letras se lee: “Con la tinta más pura de mi alma escribo para ti…/ Mi Cariamanga los versos con que pinto tus paisajes, tu cultura, tu historia y tu belleza”, es sentir que la magia de esta ciudad se vuelve un canto de amor que palpita en el corazón de sus hijos. Rememorar también la dulzura y elocuencia que Nelly Merchán nos regala en su poema Cariamanga, bella y querida, dedicado a su natal, nos contagia de emoción cuando leemos: “Tierrita hermosa, bella y querida/desde el Ahuaca al río Calvas/ Quiero que seas toda la vida/noble y altiva ¡Mi gran ciudad!”.
Una historia colmada de maravillosos versos que enaltecen la belleza y virtudes de esta noble e hidalga ciudad, historia que es baluarte y patrimonio cultural de Loja y del Ecuador, en la cual, nuevos poetas -contemporáneos- siguen pintando con sus versos, el gran lienzo de poemas sonoros dedicados a su tierra. Así, lo expresa con certeza Karina Villalta, en su hermoso poema Mi bello Calvas, en cuyos versos se lee: “Se siente el espíritu de grandeza/ Con orgullo digo: ¡De Calvas soy! Y el afecto manifestado por Juan Andrés Ordoñez en su poema Cariamanga bella cuando expone: “Desde un brillante amanecer en horizonte/ Cariamanga luce bello y resplandeciente”. Se une también la añoranza que Bryan Guarnizo impregna en su poema Aproximación a Calvas, el cual concluye: “Calvas entre nosotros/ siempre meces tu recuerdo”.
Los sentimientos de amor expresados a Cariamanga emergen en cada verso, porque en esta fecha especial su historia reverdece con los colores de su bandera y la expresión poética de sus hijos. Así lo destaca Pablo Jiménez Cevallos en su poema Mi tierrita inmortal, cuando enuncia:“Cariamanga, hermosa, cuna de los más exclusivos cafetales”. De la misma manera, Patricio Vega Arrobo en su poema Mi retorno, nos entrega versos sugerentes cuando escribe: “Yo vengo tierra de mis ancestros/ terruño mío, con estos versos sabor a café”. Sí, esta noble tierra, tiene el aroma del café en el corazón de sus hijos, en sus bellos campos y amaneceres, en su historia, así, lo evoca en su poema Cholita de Ahuaca la poeta María José Cueva, quien narra: “Con la aurora de pie/ y el aroma del café/ a los pies del Ahuaca/ labrando su tierra”, versos risueños en los que se destacan las virtudes de valor y de trabajo de la mujer campesina como la riqueza de los cafetales calvenses.
¡Qué gran día en el calendario! Catorce de octubre, fecha especial como lo describe Evelyn Carolina Pintado, al referirse a la relación indisoluble de Cariamanga y su ícono el Ahuaca, en su poema Estrofas a Cariamanguita, en el cual nos describe: “En octubre catorce/ reafirmaron su lazo/ año a año se brindan un abrazo (…)”. Sin duda, fecha que retumba con regocijo en el corazón de todos sus hijos, que desean para ella parabienes de progreso y desarrollo, y en versos del poema Cariamanga de la recordada poeta Crimilda Torres, le cantan: “Cariamanga, madre tierna y valerosa/ A tus fecundas glorias canta el corazón/ Y con perfumes de nardos y de rosas/ Te unge en el día de cantonización”
¡VIVA A CARIAMANGA EN SUS 160 AÑOS!