Nació en Amaluza-Espíndola, el 29 de noviembre de 1926. Toda su vida se dedicó a la agricultura y a la construcción. Comparte sus cosechas con su hogar, amigos y vecinos. Está lúcido.

Completamente lúcido, con buena salud y dedicado por completo a la agricultura, Ángel Benigno Abad Jiménez, oriundo de la ciudad de Amaluza, del cantón Espíndola, en la provincia de Loja, cumplió 98 años de edad. El secreto de la larga vida tiene que ver con la calidad de alimentos que consumió en su niñez, adolescencia, juventud y la etapa adulta.
Agricultor empedernido
No hace mucho estuvo por Loja, junto a su hija, Rosana Margarita Abad Peña, de 58 años de edad. Llegó en busca de un control de rutina con su médico de cabecera, Franklin Padilla Armijos. No hubo mayores novedades.
Ángel Benigno, que en noviembre próximo cumplirá 99 años, toda su vida se dedicó a la agricultura y lo hace hasta ahora. Tras preparar la tierra, con sus propias manos, siembra maíz, yuca, fréjol, arveja, entre otros artículos de consumo que, tras la cosecha, los emplea en la alimentación diaria y también los comparte con sus amigos y vecinos.
Juntamente con las labores en el campo, también se dedicó a la construcción de viviendas, en un tiempo donde poco se usó el hormigón armado, porque la mayoría de construcciones se levantaron sobre la base del tradicional adobe, así como el bahareque.
Ajo, dieta alimenticia
Rosana Margarita recuerda que su padre fue un asiduo consumidor de ajo y cree que allí está el secreto de su longevidad. Hasta la actualidad le fascina comer, especialmente productos sanos. Cada vez que sale al centro de Amaluza no duda un momento y entra a un restaurante a servirse el alimento que le apetece.
De creencia religiosa católica y padre de nuevos hijos, el casi hombre centenario, Ángel Benigno contrajo matrimonio con Blanca Eudocia Peña Jiménez, de 80 años de edad. Vive junto a él en la ciudad fronteriza con el Perú, Amaluza.
‘Orgullos de tener a nuestros padres’
“Nos sentimos orgullos porque tenemos a nuestros padres con vida, a diferencia de otros hogares que ya no cuentan con ellos, entonces, estamos siempre pendientes y velamos por su bienestar y salud”, expresa Rosana Margarita.
- VOZ
Pedimos a Dios que les dé salud a mis padres y que nuestra unidad como hermanos se siga fortaleciendo para poder velar por ellos”,
Rosana Margarita Abad Peña, hija