“Me muero si me dejas”, “No puedo vivir sin ti”. ¿Cuántas veces has escuchado esta frase?, a veces nos parece tan romántico escucharlo o decirlo, cuando en una relación de pareja saludable no debería ser así.
Las emociones son un estado afectivo que experimentamos, son muy complicadas de explicarlas y mucho más difícil de descifrarlas, en ocasiones se suman a diferentes problemas que mantenemos generando más complicaciones, en especial cuando estamos en una relación de pareja transformando el amor en dependencia.
El amor es un sentimiento y una decisión, el cual se basa en el respeto, la conexión emocional y el deseo hacia la otra persona, generando un estado de bienestar y placer.
Pero, ¿qué sucede cuándo el amor se convierte en una dependencia emocional?
La dependencia emocional, contrario al amor, es un estado psicológico que se caracteriza por una necesidad excesiva de contar con la presencia constante y, sobre todo, la aprobación de otras personas para sentirse bien, sin importar lo que deba hacer para conseguir esa aprobación, en ocasiones anulándose por completo.
Sobre la base de esto, se han generado varias creencias irracionales, en relación al amor, como, por ejemplo:
– La creencia de que el romanticismo está asociado al dolor, esto basado en una serie de mitos e historias de novelas donde muestran al amor asociado con el dolor.
– El temor a la separación, debido a los comentarios que se pueden dar desde terceras personas o el miedo de comenzar de nuevo, o el miedo a salir de una zona de confort en la cual se acostumbraron a estar.
– El miedo a perjudicar a terceras personas, como, por ejemplo: los hijos, padres u otros familiares, sin saber que puede generar más daño vivir en una relación patología que un distanciamiento sano.
Luis Fernando Pilco P.
Fernandopilco_17@hotmail.com