
Un pequeño automóvil de color verde con amarillo ha captado la atención de quienes lo ven recorrer las calles de Loja y otras provincias del país. Se trata de un modelo a escala inspirado en un Lotus, diseñado y construido hace aproximadamente 40 años por Eugenio Javier Jaramillo, un catamayense de 78 años.
Este automotor, único en su tipo, ha sido creado con pasión y dedicación, lo que genera gran curiosidad entre los transeúntes, quienes suelen detenerse para observarlo o fotografiarlo. Jaramillo, nacido en la parroquia San Pedro de la Bendita, cantón Catamayo, actualmente reside en Santo Domingo de los Tsáchilas, pero su vehículo sigue recorriendo su tierra natal.
Un legado familia y pasión por los motores
“Mi padre construyó un carro hace muchos años, cuando aún no había vehículos en la zona. Al ver eso, me nació la idea de hacer el mío”, cuenta Jaramillo en una entrevista con Multicanal Catamayo. Con una sonrisa, recuerda su afición por fabricar «juguetes con motor».
Pese a su tamaño compacto, el automóvil le ha permitido viajar con comodidad y disfrutar de los paisajes de la provincia. “Nuestra tierra es hermosa, por eso me encanta recorrerla”, señala, asegurando que aún sigue descubriendo nuevos atractivos de la región.
Ingenio y dedicación en la construcción
Desde temprana edad, Eugenio Jaramillo mostró una habilidad innata para la innovación y el diseño de automotores. Su vehículo funciona con gasolina, cuenta con un motor Honda de seis caballos de fuerza y es solo para transportar a una persona. Su primer prototipo fue elaborado en cartón, y posteriormente, con la ayuda de un especialista en hojalatería, pudo dar forma a las piezas metálicas.
Cuando era joven trabajó de laboratorista en el Ingenio Monterrey, pero su amor por los autos lo llevó a emprender este proyecto único. Se inspiró en una revista de automovilismo de un amigo, observó modelos deportivos ingleses que no llegaron a América y decidió fabricar su propio Lotus a escala. Su primo Nelson Jaramillo, ingeniero recién graduado en aquella época, le ayudó a calcular las dimensiones del vehículo. La construcción tomó varios años, ya que trabajaba en Santo Domingo y solo en sus vacaciones podía avanzar con el proyecto.
Recientemente, con el apoyo de su primo Paúl Jaramillo, el vehículo fue sometido a una renovación, mejorando la suspensión y transmisión para garantizar su funcionamiento óptimo. Aunque el automóvil permanece en San Pedro de la Bendita, Eugenio planea heredarlo a su hijo, asegurando así que esta obra única siga recorriendo las calles de Catamayo y manteniendo viva la historia de su creador.
CLAVE
El vehículo permanece en San Pedro de la Bendita, lugar donde nació Eugenio Jaramillo.