Han pasado meses y la situación en el cantón Espíndola, debido a la falta de combustible, es calamitosa, alarmante y desesperante. La única estación de servicio que provee gasolina y diésel sigue cerrada, aparentemente debido a un conflicto legal por parte de la empresa distribuidora a nivel nacional. Esto, a pesar de que el propietario de la gasolinera ubicada en Amaluza, cabecera cantonal de Espíndola, ha estado realizando intensas gestiones para resolver este impase
La escasez de combustible está afectando gravemente las principales actividades comerciales del cantón, al punto de que los residentes deben recorrer 47 kilómetros hasta la ciudad de Cariamanga para abastecerse, enfrentando precios exorbitantes en el mercado local. Esta situación ha generado un impacto negativo tanto en la economía local.
Como espindolenses, elevamos nuestro clamor a todas las autoridades provinciales, y de manera particular a la representante del Ejecutivo en la provincia, Alexandra Jara Minga, gobernadora, para que canalice de manera efectiva esta problemática ante la Dirección Nacional de Hidrocarburos. y otras instancias nacionales. Solicitamos que se implementen medidas urgentes mientras persista el conflicto legal que mantiene cerrada la única gasolinera que abastece a las siete parroquias del cantón fronterizo.
Cabe destacar que este proyecto privado es el resultado del esfuerzo e inversión del espindolense Fausto Vaca y su familia, quienes se propusieron suplir una necesidad histórica en la jurisdicción. Actualmente, en Espíndola se registran alrededor de 2,600 vehículos matriculados, entre motocicletas y automóviles, que dependen de este servicio esencial. Señora gobernadora, solicitamos su apoyo decidido para aliviar la crisis.
Sybel Ontaneda Andrade