Religiosidad insana en Navidad

En estos días escuchamos a muchas personas desear una feliz Navidad, es decir un feliz adviento (venida) en la que una persona adviene a mi vida (Jesucristo) y yo me aviento a su encuentro. Lamentablemente se ha impuesto una religiosidad insana en la Navidad dado que las personas más que esperar la venida de Alguien, esperan la venida de algo, papá Noel, regalos y demás. Según (Díaz, 2023) en su Homiliario dice que la religiosidad insana se caracteriza, entre otros aspectos, por: 1. Síndromes obsesivo-compulsivos en los actos de purificación: una vez confesados los pecados la persona se pone nuevamente a la cola del confesionario por algún olvido; se persigna constantemente al pasar por las iglesias; ni diez velas encendidas al santo son suficientes. 2. Psicosis esquizoafectivas: contenidos místicos delirantes con alucinaciones visuales (ver ángeles), olfativas (olor a azufre asociado a al diablo), táctiles (me tocó un espíritu), auditivas (voces, gritos, gemidos). 3. Episodios maníacos: identificación pasajera o permanente con algún importante personaje bíblico o el complejo de Mesías, signo de megalomanía. 4. Síndrome del aparicionismo: se me apareció la Virgencita. 5. Prejuicios: sobre todo en personas con educación baja, ya que el investigar o cuestionar puede considerarse como pecado; la persona es refractaria al estudio de la teología. 6. Providencialismo: dejar todo en manos de Diosito. 7. ilusión vana: abandono de la religión cuando no son satisfechas las expectativas. 8. Hiperculpabilización: autodesprecio expiatorio a través de los actos “caritativos”, que en realidad son egosintónicos. 9. Temor constante a ser castigados por Dios en el infierno lleva al integrismo. 10. Simpatía inconsciente por el diablo o miedo permanente, contra el cual se realizan escenificaciones, rituales, peregrinaciones, etc. En esta Navidad pidamos ayuda a un terapeuta para superar estas patologías, porque todos las tenemos en mayor o menor medida. No solamente queremos una Navidad feliz, sino un adviento permanente (todo el año) digno de felicidad, para ello basta recordar que “con vosotros está y no lo conocéis…”

Jorge Benítez Hurtado

jabenitezxx@utpl.edu.ec

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