Hace poco atendí a alguien al que llamaré Pepe; es padre de familia, tiene cincuenta años, es profesional del derecho, y recién fue despedido. Los ahorros se acaban y quiero saber en qué negocio invertir -confesó-.
¿Qué sabe hacer y qué expectativa de negocio tiene? Pregunté. Los últimos veinte años he trabajado como servidor público y eso es lo único que sé hacer. Y agregó, –pensaba en ponerme una tienda, pero estoy inseguro.
¿Cuánto aspira ganar con su negocio? Pregunté. Mire, -me dijo- en mi trabajo ganaba dos mil dólares mensuales y con eso cubro gastos familiares. Eso significa –respondí- unos 24 mil dólares anuales, es decir, tendría que invertir 120 mil dólares al año y marginar al menos 20%, suponiendo que todo salga bien. ¿Está listo para esa inversión? Pregunté y la respuesta fue, –no-.
Mire Pepe, -le dije- no sé si la tienda satisfaga sus expectativas financieras. En todo caso, considere que administrar un negocio cualquiera que sea, sin haberlo hecho antes, es como aprender a comer con la mano izquierda siendo diestro.
Abra una oficina online de consultoría para asesorar en temas que usted domina; piense que ahora atenderá consultas de todo el país y cobre una tarifa por ese trabajo, eso le dará liquidez. Mientras tanto, pruebe abrir una cuenta en OLX, Mercado Libre u otra plataforma donde empiece a vender productos en línea, así gana experiencia en ventas, de paso prueba si eso es lo que quiere.
Decidir qué negocio montar, depende entre otros factores de: edad del emprendedor porque no es lo mismo si es soltero o si tiene familia sus prioridades son distintas; formación; capital; expectativas y el problema que el negocio resolverá.