La falta de movilización social entre la juventud es una preocupación alarmante en nuestra sociedad actual. Observamos a una generación que, a pesar de tener acceso a una cantidad abrumadora de información y herramientas digitales, parece estar atrapada en una apatía que frena el cambio social necesario. Esta desconexión es inquietante, ya que históricamente, la juventud ha sido el motor de grandes transformaciones sociales y políticas.
Es doloroso ver cómo el potencial de esta generación se desperdicia en la inacción. Muchos jóvenes están más preocupados por la inmediatez de las redes sociales y la cultura del entretenimiento que por las injusticias y desigualdades que nos rodean. La falta de movilización social no solo afecta su presente, sino que compromete seriamente su futuro y el de las generaciones venideras.
Esta apatía puede tener múltiples causas. La sobrecarga de información y la constante exposición a noticias negativas pueden generar una sensación de impotencia y desesperanza. Además, la precariedad laboral y la incertidumbre económica pueden desviar su energía hacia la supervivencia diaria, dejando poco espacio para la acción colectiva.
Sin embargo, aún hay jóvenes comprometidos que luchan por un cambio significativo, que lideran movimientos y alzan su voz contra las injusticias. Necesitamos amplificar sus esfuerzos y recordar a todos que la movilización social es crucial para construir un mundo mejor.
Como sociedad, debemos fomentar la participación activa, educar en valores de solidaridad y justicia, y proporcionar plataformas donde los jóvenes puedan expresarse y actuar. Es hora de que todos nos levantemos y actuemos juntos para cambiar el rumbo de nuestra sociedad.
Victoriano Suárez Álvarez
victorianobenigno@gmail.com