En el marco del Festival de Artes Vivas que disfruta nuestra ciudad, cada día estoy más seguro de lo grande que es la cultura lojana. Sentirse dichoso de la tierra que lo vio nacer, es creo parte del sentido del ser humano, pero cuando ese sentimiento es superior pasa a ser motivo de orgullo y satisfacción.
La alegría de su gente expuesta en sus calles, regocija a cada paso, teniendo como muestra el poder que tenemos cuando miramos todos hacia el mismo objetivo.
La aspiración de mejorar nuestra calidad de vida se demuestra cuando nos tomamos las plazas, caminamos, aprovechamos nuestros espacios verdes, dejamos por un momento el vehículo, respiramos aire más limpio y disfrutamos el bello paisaje que nos acompaña.
Loja es una gran ciudad por su gente, pero aún nos falta entender, que no es solo el Festival, debemos pensar en grande, y para hacerlo necesitamos crear las condiciones y generar una cultura real de desarrollo.
Nuestra ciudad necesita pensar más en su población, necesita crear espacios de convivencia social, necesita menos riñas entre nosotros y más unión, necesita venderse al mundo como lo que es, necesita limpiar sus ríos y ampliar sus parques, necesita tomarse el espacio público y vivir más en comunión. La calidad de vida depende de sus ciudadanos y sus propósitos, sabemos lo que somos, solo nos falta unidad y la planificación colectiva y sostenible, para que además de la riqueza cultural interna que ya tenemos, logremos que la economía se beneficie y con ello el disfrute que ahora es de nosotros los lojanos, llegue a todos los puntos del país y a nivel internacional. Hay que pensar en grande, Loja lo merece.
Leonardo Izquierdo Montoya
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