Loja: entre el abandono y la espera

Loja vive una realidad que no puede seguir siendo ignorada. Los problemas que arrastra la ciudad desde el deterioro de su infraestructura hasta la falta de oportunidades para su gente no son nuevos, pero la respuesta de las autoridades ha sido, en el mejor de los casos, tardía y, en el peor, inexistente.

La intervención de actores nacionales ha llegado con retraso, cuando el daño ya está hecho y la ciudadanía ha perdido la confianza. A esto se suma un silencio alarmante por parte de las autoridades locales, quienes, en vez de liderar con firmeza y claridad, han optado por la inacción o la evasiva.

La falta de recursos económicos es una realidad, pero no puede ser excusa para justificar la ausencia de gestión, planificación y, sobre todo, comunicación. ¿Dónde están los planes a mediano y largo plazo? ¿Qué se está haciendo para enfrentar lo que viene en los próximos años? No lo sabemos. La ciudadanía merece respuestas y, más aún, resultados concretos.

Este es el momento de autoevaluarse y evaluar. De tomar decisiones oportunas, proyectarse con visión y resolver los problemas con seriedad. Loja no puede seguir siendo víctima del olvido ni de una política que solo reacciona ante la coyuntura para luego olvidarla. Es tiempo de enfrentar con claridad los desafíos y dejar de acumular deudas con el futuro.

Es urgente enmendar el rumbo. Loja necesita autoridades que actúen con diligencia, con certeza y no con promesas vacías. Que dejen de improvisar y comiencen a ejecutar acciones reales, medibles y sostenibles. Loja no puede seguir esperando. No se necesitan más bonos ni simples papeles, sino recursos económicos, los que se adeudan y fondos adicionales para enfrentar el grave deterioro de la ciudad.

Daniel González Pérez

dagonzalezperez@gmail.com

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