La cultura ha sido una forma de identidad de los lojanos, nos ha posicionado a nivel nacional como la ciudad generadora de riqueza cultural, mujeres y hombres que viven haciendo cultura, recreando manifestaciones culturales, formando a las nuevas generaciones; sin embargo, la política, que es parte integrante de la cultura, ha caído en una profunda depresión, los sujetos políticos han abandonado sus barcos y han preferido buscar un trasatlántico que los lleve seguros hasta el puerto de la vanidad del poder.
La política lojana se ha reducido al insulto, la diatriba y la descalificación a todo ciudadano que intente cambiar este sistema concentrador de poder… que beneficia a los mismos de siempre y a sus mafias electoreras. La ideología y los principios partidistas quedaron fuera de las tiendas políticas, lo importante, para la gran mayoría de políticos, politiqueros y politicastros como el pueblo quiera identificarlos ha sido mantener el poder para saciar su vanidad en algunos casos, y la sojuzgación en otros, o para el enriquecimiento de los financistas de campaña; de propuestas y proyectos para beneficio popular… solamente palabras, mentiras y promesas de campaña. Dice Oscar Wilde: […]“En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.”[…] Esta es una dura realidad que la vivimos los ecuatorianos y no hacemos nada para cambiarla.
La política como manifestación sociológica para buscar soluciones a la mendicidad, al desempleo, a las condiciones precarias de vida o la erradicación del analfabetismo, han sido palabras al viento que se reciclan en cada evento electoral. La formación y el adoctrinamiento político serio no ha existido, la militancia política se reduce a cumplir órdenes del caudillo para pintarrajear las paredes o colocar suntuarias gigantografías que dan cuenta de su nueva participación electorera; entonces, muy pocos o quizá ninguno, conoce el plan político e ideológico del partido.
Si los partidos son la esencia de la democracia, entonces vivimos una democracia de papel, de pintura y ofertas demagógicas que serán incumplidas a la vuelta de la esquina, incluida, la oferta burocráticos para los lacayos y lugartenientes… en la realidad, no hay cama para tanto oportunista; lojanos, para que esto cambie les deseamos: …buen viento …y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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