Luego del feriado nacional del 24 de mayo, dedicado en su mayoría al turismo interno, llegamos a la conclusión de que no es suficiente insistir en que “Loja es un milagro natural”, “Jardín y Fortaleza del Ecuador”, “Rincón Mágico” entre otros calificativos y sentarnos a esperar que el turista llegue a Loja de milagro porque “está aquisito”. Las palabras de promoción deben ser igualadas por acciones mediatas, planes, proyectos verificables, procurando una sintonía entre la empresa privada, gobiernos locales y el Ministerio de Turismo que el año anterior nos distinguió con otro calificativo más y nada más.
Si el Banco Mundial al reconocer que el turismo es un sector potencial y está recomendando al Ecuador fortalecerlo para generar crecimiento y mejorar el futuro, es hora de apurar una propuesta integral entre los sectores público y privado, para analizar la oferta, valorar lo que tiene Loja y trabajar en equipo, para recomendar hacer turismo en este escenario geográfico.
Por falta de planificación y comunicación los recursos turísticos no están debidamente explotados y dimensionados, razón por la que reciben un mínimo del flujo turístico nacional. Quienes trabajan en la industria saben que los resultados no son los deseados. También falta vocación y preparación turística ciudadana. Pocos conocen lo que tenemos. Desconocen inclusive al presidente Daniel Noboa en vivo y en directo, a pesar de haber ofrecido por 5 veces visitar Macará, pero ya vendrá en campaña política a ofrecernos incluir a Loja en “el Nuevo Ecuador”, si gana la reelección.
Con el panorama turístico de Loja poco favorable, hay que recomendar trabajar en serio y con celeridad en fortalecer la gestión y el apoyo, hasta conseguir ubicarnos en el mapa turístico del Ecuador, y no seguir esperando que el turista llegue de milagro o enganchado a otro calificativo más y nada más.
Adolfo Coronel Illescas