En busca de la nueva normalidad

De lo que ocurre este momento en el país se desprenden algunas lecturas que, estimo pertinente analizarlas, aunque sea a grosso modo. Llevamos más de 16 meses víctimas de una pandemia que ha segado miles de vidas en el país y millones en el mundo y que, aún está bastante enraizada, como para decir que estamos próximos a salir de ella.

Desde enero del 2021 se vienen aplicando las vacunas contra el covid 19, entre críticas y satisfacciones, porque, definitivamente, parece que aún no aprendemos a ser ordenados ni a planificar bien las acciones, al menos en un tema tan delicado como es la salud. El nuevo mandatario, en su campaña, ofreció vacunar a 9 millones de ecuatorianos en los primeros cien días de su gobierno. Ojalá, en ese lapso, se vacunase a todos los habitantes del país, con lo que el riesgo de contagio bajaría al mínimo nivel.

Con el propósito de buscar una nueva normalidad, el Ministerio de Salud y el COE nacional, previo al cumplimiento de determinadas exigencias, ha autorizado el retorno a clases, en las cuatro regiones de la patria, de un crecido porcentaje de centros educativos. Es que la educación en niños y jóvenes, para lograr su excelencia, debe ser presencial. Esperamos que esta medida se aplique, desde septiembre, en todos los centros educativos que iniciarán el año lectivo 2021-22.

Desde el jueves 1 de julio, se dispone, con ciertas restricciones de aforo, que se retorne al trabajo presencial, con lo que, en las diferentes dependencias públicas y privadas, sin dudas, habrá una interesante reactivación en todos los ámbitos con resultados que creo que serán muy positivos.

Todo nos parece muy bien, porque cuando la inmunización sea comunitaria, casi se habrá vencido a la temible enfermedad y volveremos a sonreírle a la vida. Mientras tanto, en nuestra ciudad, se deben evitar los relajamientos sociales que, según se conoce, otra vez están saturando los ucis  los centros hospitalarios,  con incremento de víctimas mortales. Esperemos con paciencia, que ya vendrán días mejores para Loja y la patria.

Darío Granda Astudillo

dargranda@gmail.com