En este momento crucial de la humanidad donde se han perdido los valores, existen múltiples problemas: El conflicto de ego, es quizá uno de los más grandes. Y, como sabemos, es un fenómeno muy común y frecuente. He visto, con preocupación, que ciertas personas, políticos, y gobernantes, cuando entablan una discusión para solucionar los problemas del país, casi siempre la mayoría de ellos, creyéndose superiores o sabelotodo, por encima de los criterios de los demás, su ego los lleva a fingir que ellos tienen la razón absoluta.
La consecuencia principal de este fenómeno es la guerra de egos, misma que produce la impulsividad, la inflexión y la soberbia que nos llevan a los desacuerdos, los cuales, en vez de construir, destruyen.
Actualmente, el resultado de esta situación, es la generación de un ambiente de resentimientos y odios, que ha caído en la imbecilidad y la estupidez humana.
¿Qué hacer al respecto? Incluir la materia de psicología social, para enseñar a la juventud a dialogar, escuchar, a ser humildes, a respetarse mutuamente y a saber mediar, para trazar un puente de paz y armonía, eso es lo que nos va a salvar.
No hay que rendirse, aunque el frío nos ocasione una hipotermia.
Jaime A. Guzmán R.
jaimeantonio07@hotmail.es