El Cebaf en Macará, un potencial desaprovechado con cifras alarmantes

La frontera de Macará, entre Ecuador y Perú, es un punto estratégico para el comercio y el desarrollo regional, pero enfrenta un panorama desafiante. A pesar de contar con una infraestructura como el Cebaf Macará, diseñada para facilitar el intercambio comercial, los datos revelan una realidad preocupante: el flujo comercial a través de esta vía es mínimo en comparación con otras aduanas del país.

Las cifras de movimientos entre Perú y Ecuador en 2024 son un claro indicador de esta situación. Mientras que aduanas como Huaquillas (52.68%) y Guayaquil (marítima y aérea, 47.19%) manejan un volumen significativo de mercancías, Macará apenas representa un porcentaje ínfimo (0.13%).

La disparidad es evidente. Macará maneja porcentajes de flujo comercial increíblemente bajos en comparación con las otras aduanas, lo cual evidencia su subutilización.

La pregunta que surge es evidente: ¿qué está impidiendo que Loja explote su potencial fronterizo? ¿Es posible que las autoridades locales y nacionales no estén brindando el impulso necesario para el desarrollo de esta frontera? Se requiere una mayor inversión en infraestructura, promoción comercial y simplificación de trámites aduaneros.

El Cebaf Macará, una infraestructura con gran potencial, podría estar sufriendo por la falta de un presupuesto adecuado. Convertir este «elefante blanco» en una herramienta útil para los productores de la frontera exige una inversión significativa. Fortalecer la infraestructura existente no solo beneficiaría el comercio internacional, sino que también impulsaría el desarrollo de la provincia de Loja y su contraparte en Perú (Piura). La dinamización del Cebaf Macará generaría nuevas oportunidades de empleo y fomentaría la creación de negocios en ambas zonas fronterizas, contribuyendo así al bienestar de sus habitantes.

Es hora de que Loja despierte y aproveche su ubicación estratégica. La unión de los empresarios, el compromiso de las autoridades y la asignación de un presupuesto adecuado son elementos clave para revertir estas cifras y convertir esta frontera en un motor de desarrollo regional.

Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y que se trabaje en conjunto con el sector privado para que esta zona fronteriza pueda alcanzar el impacto económico que debería tener.

Mauricio Azanza O.

maoshas@gmail.com

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