En la ciudad de Murcia, República de España, este viernes 13 de diciembre de 2024, los aires de reconocimiento cruzarán el océano para tocar el corazón de Espíndola. Será un día especial, cargado de orgullo y emociones, pues la comunidad ecuatoriana rendirá homenaje a José Miguel Rojas González, un hijo de esta tierra que un día emprendió un viaje hacia un horizonte lleno de sueños y esperanzas. Hoy, esos sueños han germinado, y su esfuerzo resplandece, reconocido por la Embajada de Ecuador en esta comunidad,
Dejar el terruño que nos da identidad, desprenderse de los afectos más profundos y enfrentarse a lo desconocido es un acto de valentía reservado para quienes persiguen algo más grande que ellos mismos. Pepe, como le llaman con cariño, decidió hacer este viaje dejando atrás sus raíces, pero nunca olvidándolas. En palabras del Cónsul de Ecuador en Murcia, Patricio Villegas Hernández, su espíritu solidario y su incansable compromiso con la comunidad ecuatoriana han tejido una historia que merece ser agradecida
La vida del migrante es como un río que se abre paso entre piedras y obstáculos, buscando siempre el cauce que lo conduzca a un mejor destino. José Miguel, con su determinación inquebrantable, supo transformar las adversidades en oportunidades. El racismo, la discriminación y el desarraigo no detuvieron su andar; al contrario, se convirtió en el fuego que templó su carácter. Hoy, no solo es un próspero emprendedor, sino también un faro de esperanza para quienes aún navegan por las aguas inciertas de la migración.
Este reconocimiento no solo honra a José Miguel Rojas González, sino que también enciende una luz de inspiración para todos los espindolenses y ecuatorianos que sueñan con conquistar nuevos horizontes. Su historia nos recuerda que los límites están donde uno decide colocarlos y que, con esfuerzo, compromiso y un corazón abierto al cambio, los sueños no solo se alcanzan, sino que pueden trascender. Felicitaciones a él y a su orgullosa familia.
Sybel Ontaneda Andrade
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