En el país se respira un ambiente extraño causado por todas las crisis en las que está inmerso. Aun así, la peor de todas esas crisis es el absurdo entendimiento de que los derechos son un obstáculo para que esas crisis puedan ser tratadas adecuadamente. A la cabeza de ese perverso adoctrinamiento está una de las nuevas adquisiciones de VOX, Guillermo Lasso, quien afirma que es la Corte Constitucional quien no le permite solucionar efectivamente la crisis carcelaria, siendo el trabajo de la CC asegurarse de que nadie pueda hacer algo por fuera de la Constitución.
Pero Lasso no está solo en esa opinión. Muchos creen que los derechos humanos están demás y que si se fusilara a los PPL entonces estas crisis se podrían contener. También creen que cuando la Conaie, FUT o cualquier otra institución protesta, se los debería controlar con golpes, balas y encarcelamientos. Resulta extraño que alguien quiera voluntariamente vivir bajo una dictadura, en donde no haya derechos.
Pero ese extrañamiento se explica cuando se observa que quienes tienen esta opinión son personas que nunca han estado en una cárcel, que no tienen familiares o amigos en una cárcel, que nunca han visto sus propios derechos ser vulnerados, que nunca han sentido la necesidad de protestar pues sistemáticamente nunca han recibido violencia. Entonces claro que para estas personas los derechos son inútiles, pero ellas no entienden que los derechos no fueron escritos para ellas.
En palabras de Luigi Ferrajoli “…estos derechos han sido siempre conquistados como otras tantas formas de tutela en defensa de sujetos más débiles, contra la ley del más fuerte”
Alex Samaniego
alsv@hotmail.es