Daniel Noboa es presidente, y su discurso muchos lo tachan de atípico, de un discurso conciso, tratando de hallarle las mejores formas a uno de los peores discursos que un presidente haya dicho en la vida republicana del Ecuador, peor que el de Jamil Mahuad y el de Lucio Gutiérrez de los discursos más cercanos de posesión presidencial de estos últimos 25 años.
Dijo Noboa que nadie había confiado en que él iba a hacer el nuevo presidente y nadie confiaba en realidad, su presidencia la debe a que el presidenciable y quien en realidad iba a llegar a ese lugar era Fernando Villavicencio, no se puede él mismo mentir sobre esa verdad y que ahora gracias a que la mayoría no quería que vuelva el correísmo, ganó. Si no hubiese sido él, hubiese sido cualquier otro.
También dice el presidente, engañándose una vez más, que ha “eliminado” la tabla de consumo de drogas, una que no es acorde a la que actualmente se usa como parámetro o umbral con la que los jueces dan la proporcionalidad de las penas o declaran a las personas inocentes. También hay que ser claros nunca ha sido permitido el transporte de sustancias psicotrópicas en el país.
La gente que votó por Noboa se siente decepcionada al ver tan tranquilos a los correístas, es el Moreno de la oposición, buscan ya amnistías para Ricardo Patiño, Gabriela Rivadeneira el regreso triunfal de Rafael Correa, el juicio político a la Fiscal General y en teoría que si lo pueden realizar juicio político a Guillermo Lasso; pero, se olvidaron de los más de doscientos casos de corrupción del correato.
Cosa rara que hay mucho asesor “revolucionario” en las filas de ‘ADN’. El próximo año por febrero ya dan a conocer el nuevo calendario electoral y talvez en el pacto esté que Noboa sea nuevamente el candidato, el premio a su obediencia y gobierne cuatro años más para que luego se pasen la posta y gobierne Luisa con Rafael que no sería da sorprender. Hasta el momento un discurso vacío, acciones vacías y decepción.
Ricardo Guamán Araujo
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