Quisiera que se entienda esta frase como polisémica para resaltar la necesidad de tener mucha resiliencia ante los fenómenos naturales y la falta de planificación gubernamental. Si ya nos falta energía eléctrica, no nos debe faltar la energía humana.
Necesitamos fortalecernos mentalmente, dejar de pensar en las malas situaciones que están pasando, el feriado energético, podría usarse para producir energía óptima en nuestro cuerpo. Hacer deporte, pasear, realizar mingas domésticas, jugar, las buenas acciones atraen, buena energía.
Los feriados no necesariamente son para hacer turismo o para consumir, son espacios de tiempo que podríamos usarlos con la familia, aprovechar para compartir con amigos, disfrutar de caminatas y observar paisajes naturales.
La falta de energía eléctrica no debe deprimir a las personas ni fastidiar. Quienes tenemos cinco décadas de vida, sí recordamos las casas en sectores rurales, con lámparas de kerosene, usaban faroles en los extremos de las veredas como ahora tenemos las cámaras de vigilancia.
La falta de energía eléctrica nunca fue óbice para desarrollar las actividades. Es obvio que en aquel tiempo no se tenía mucho artefacto eléctrico, pero también existían las pilas “Rayovac”. Ahora también tenemos baterías recargables, así que podemos descansar de la tecnología y aprovechar los cortes de luz para llenarnos de energía.
La energía que nos dan los familiares, los amigos, los compañeros de trabajo, en fin, las personas saludables que irradian energía positiva. Respiremos profundamente y llenemos nuestro cuerpo y alma de energía pura, para poder seguir resistiendo la falta de energía eléctrica.
Manuel Salinas Ordóñez