Afganistán y la geopolítica

La estrepitosa salida de los Estados Unidos de Kabul en agosto de 2021 supuso el fin de una ocupación de 20 años por parte de la súper potencia en el territorio afgano, este vacío de poder agudizado por la rápida derrota del ejército y salida del país del presidente en funciones Ashraf Ghani, propició que la bandera del Emirato Islámico de Afganistán ondeara desde el palacio de gobierno de la mano de la reconquista del fundamentalismo religioso Talibán ante el asombro de la comunidad internacional.

Este hecho, también produjo una reconfiguración del tablero geopolítico y una nueva disputa por la influencia en Asia central por parte de otros centros de poder, abriendo nuevos escenarios de alianzas políticas y económicas para el gobierno Talibán. La importancia geoestratégica de Afganistán por su posición en relación con medio oriente y Asia hace que desde hace muchas décadas las súper potencias se hayan disputado su influencia, otro factor importante es su basta riqueza natural que la vuelva aún más atractiva. Los actores naturales regionalmente como Irán, Paquistán o las repúblicas exsoviéticas se encuentran a la expectativa de las decisiones de potencias como China o Rusia que podrían convertirse en un paraguas de legitimidad diplomática para el gobierno afgano, para de esta manera asegurar sus intereses económicos y geoestratégicos en la región.

Los riesgos y preocupaciones tanto para rusos como chinos se centran en que con el gobierno Talibán, Afganistán se convierta en un refugio para el extremismo religioso global y que minorías étnicas musulmanas como Uigures en China o Chechenos musulmanes en Rusia podrían tomar fuerza y poner el peligro la seguridad internacional y probablemente provocar una nueva intervención occidental.

Santiago Pérez Samaniego

Twitter: @santiagojperezs