Ayer estuvimos atentos al desenlace de la jornada democrática, de cuyo resultado sin lugar a dudas dependerá el futuro del Ecuador. Lo hicimos desde temprano con los ojos puestos en la TV. Vecinas lojanas con los ojos bien aguados con cajas de pañuelos desechables, en previsión de que a lo mejor les toque llorar por la patria.
Un día después y luego de conocer el resultado, ronda la pregunta ¿acertó?, ¿se equivocó?, ¿votó por la mentira o la verdad? De todas maneras, cualquiera sea su respuesta, ya elegimos al presidente del Ecuador, al señor Guillermo Lasso, a quien le corresponde construir un marco de gobernabilidad que le permita sortear las dificultades que hoy por hoy afronta el país. Ya lo dijo el presidente electo “hay que construir un proyecto nacional para que todos los ecuatorianos podamos vivir mejor”. Para ello pidió apoyo, acompañamiento, voluntad, decisión, pensando en nuestro futuro como país. Por eso Andrés Arauz, al reconocer su derrota advirtió que no seguirá sentado a la vera del camino. Apoyará lo que sea de apoyar para defender los sueños e ilusiones de la gente. Ojalá Andrés no mienta otra vez.
Querido y honrado lector si Ud. escogió la opción de la verdad. Acertó. Lo hizo con sabiduría para contrarrestar la mentira y la novelería. Lo hizo por gente de línea democrática. Por una función pública, honesta y transparente. Que deje atrás la corrupción la opresión, la represión, el autoritarismo. Que por sobre todo respete los dones de lo democracia en la que se sostiene la libertad. Usted eligió a Guillermo Lasso, hay que apoyarlo para que logre ajustar sus ofertas de trabajo, progreso, paz y justicia.
Sobre todo ganó el respeto a la democracia en el Ecuador. Esa alegre realidad os hace decir ¡Acertamos! ¡No nos equivocamos!
Adolfo Coronel Illescas