6 cosas que podemos aprender hasta ahora de la primera vuelta

1.-Las encuestadoras son encuestadoras, toman fotografías de cierta parte de la realidad, pero no son la realidad. En estas elecciones fallaron. En estas elecciones muchas tenían dueño e inversores. Esto debe transparentarse porque daña la democracia o la falsea.

2.-El clivaje más grande ahora en Ecuador no es izquierda versus derecha, sino correísmo versus anticorreísmo. La polarización cada vez es más grave. Otro clivaje presente también es lo nuevo versus lo viejo, como nos explicaría el gran Jacobo García.

3.-Las narrativas importan. El nuevo Ecuador es una narrativa que funciona más allá de si es real o no. Plantea la dicotomía clásica con todo lo que políticamente no le conviene al presidente actual (lo viejo). Esta estrategia también fue usada por el correismo (cuando eran lo nuevo) y se enfrentaban a la partidocracia (lo viejo). Nos gustan los cuentos.

4.-Tanto correismo como anticorreismo tienen voto duro, pero también blando. Este último será seducido por el contrario posiblemente en la segunda vuelta.

5.-El país termina, por ahora, desechando a empresas electorales (todos los partidos de alquiler) que lanzaron cualquier candidato para rellenar la papeleta. Muchos de ellos pretendieron replicar lo que pasó con Noboa en 2023, pero cada campaña es distinta y la campaña ya no es de tarima, ni de discursos, tampoco de hacer el ridículo en tiktok. La campaña tiene que ver con la inmediatez, con la autenticidad, con lo digital, entre otras variables.

6.-El voto más orgánico sigue siendo el de PK.

Despues de esto la pregunta que cabe es ¿Qué puede suceder en segunda vuelta?

Primero, la segunda vuelta nunca es como la primera, de hecho, es como un borrón y cuenta nueva, por lo cual la estrategia es para una nueva elección. Más aun considerado el tiempo hasta el día de votación, los recursos que se tienen y la frágil memoria corta del elector. Segundo, este es el momento de las alianzas y los pactos. De esta manera, las dos primeras fuerzas (ADN y RC) tratarán de romper su nuevo techo electoral buscando en PK y PSP algunos electores. De ellos, el voto más seguro y orgánico es el de PK, el segundo es más unipersonal. Otro bastión de votos son los nulos y blancos de primera vuelta, que constituyen los desencantados de la política. En estos últimos también está el ausentismo. Tercero, la segunda vuelta es la construcción o fortalecimiento de la narrativa (proyecto de país) que se querrá transmitir para “convencer” al electorado nuevamente. Quien cuente mejor el cuento triunfará.  Uno respecto la nostalgia de un pasado y otro respecto un nuevo futuro. El problema es que a veces hablar tanto del pasado y del futuro hace que el presente quede olvidado.

Pablo Ruiz Aguirre

pabloruizaguirre@gmail.com

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