La mujer, presutamente, agredía a sus hijos y los uniformados fueron a ese auxilio.

Cinco días de cárcel es la pena que Sandra G. Ch., de 32 años, debe cumplir por agredir a los policías que arribaron a la vivienda de ella tras la denuncia de que ahí se producía un escándalo de proporciones.
La alerta llevó a los uniformados a esa casa, ubicada en una parroquia del cantón Loja, en donde Sandra G. Ch. agredía a sus propios hijos de palabra y obra. Los angustiados vecinos comunicaron lo sucedido a la Policía.
Mas, cuando los gendarmes llegaron a ese auxilio fueron recibidos a botellazos (de cerveza), que ellos lograron esquivar, pero no a los insultos de grueso calibre que Sandra G. Ch. profería contra los uniformados.
Multa pecuniaria
La mujer advertía a los policías que ellos no saben con quién se estaban metiendo, que los iba a matar, que no llegarían más a ese lugar porque los quemaría y en medio de su irascible actitud juraba que eso lo haría.
Los policías tuvieron que progresivamente hacer uso de la fuerza. Ellos lograron esposar a la iracunda mujer y la ingresaron al patrullero, pero ahí empezó a patear las puertas laterales del vehículo.
El juez de la Unidad Judicial Penal de Loja, además, sancionó a Sandra G. Ch. con una multa del 25% de una remuneración básica unificada del trabajador en general y que pida las debidas disculpas públicas.
CLAVE
La edad de Sandra G. Ch. es de 32 años.