El estrés y la ansiedad son respuestas naturales ante situaciones de peligro o desafío, pero cuando se vuelven crónicos pueden afectar gravemente nuestra salud mental y física. De ahí que en un mundo donde el ritmo de vida es cada vez más acelerado y las exigencias abrumadoras, es crucial aprender a identificar los signos tempranos para adoptar medidas preventivas.
Existen técnicas de respiración que se pueden realizar en cualquier momento y lugar, ayudan a activar el sistema nervioso parasimpático responsable de la respuesta de relajación del cuerpo. Además de ello existen otras actividades para evitar la ansiedad y la frustración como el ejercicio físico; la meditación; el mindfulness; así como el sueño.
Recordemos que la promoción de la salud mental debe comenzar desde la infancia, ya que los niños son particularmente vulnerables a los efectos del estrés y la ansiedad, por tanto, es crucial proporcionarles herramientas necesarias para manejar sus emociones desde una temprana edad. Una de las maneras más efectivas de hacerlo es a través del arte en su diversidad, ya que permite a los niños explorar sus emociones, desarrollar habilidades de resolución de problemas y mejorar su autoestima. La salud mental es un componente esencial para una vida equilibrada y feliz. Adoptar técnicas de respiración y otras actividades puede ser una estrategia efectiva para gestionar la ansiedad y la frustración. Además, es crucial fomentar la salud mental desde la infancia, y el arte en las escuelas juega un papel fundamental en este aspecto. La música, la pintura, las artes escénicas y la danza no solo enriquecen la educación de los niños, sino que también les proporcionan las herramientas necesarias para lograr un equilibrio emocional y una mejor calidad de vida. Al priorizar la salud mental y el arte en nuestra sociedad, estamos construyendo un futuro más saludable y resiliente para las próximas generaciones.
Lucía Margarita Figueroa Robles
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