Cuando ha pasado algo más de un año desde que inició la pandemia en nuestro país. Resulta muy preocupante el retroceso que están viviendo las personas con síndrome de Down, quienes, si antes de la emergencia sanitaria ya enfrentaban grandes problemas para lograr tener un proceso continuo en su desarrollo, hoy la situación se ha vuelto desesperante para los padres y jóvenes que no pueden hacer nada ante esta situación.
Dentro de la Asociación de Padres con Hijos con Síndrome de Down en Loja, las familias han compartido los cambios de comportamiento que han sufrido sus hijos o familiares desde el confinamiento. Están mostrado conductas inestables al sentirse tristes o depresivos, por estar lejos de sus amigos, su escuela, sus terapistas o sus formas de recreación habitual.
Las madres nos cuentan que muchas intentaron seguir a través de la educación y terapias virtuales, pero no funcionó. Los niveles de atención de la mayoría son cortos y requieren de asistencia presencial para lograr alcanzar los objetos deseados. Cuando quisieron retornar a los sistemas presenciales la situación sanitaria empeoró y no les ha quedado más remedio que suspender nuevamente todo. Así que este año ha traído grandes pérdidas para la humanidad. No solo las que conocemos sino también el retraso en el desarrollo de los chicos que junto a sus familias luchan desde el confinamiento y esperan la vacuna como la esperanza de salir de este mal.
Maritza Beatriz Morquecho