Quedó evidenciado en la Asamblea Nacional al iniciar un nuevo período legislativo: “vivimos la política del caudillismo y el cacicazgo” la estructura partidista -si existe- se queda solo en el Estatuto, en las organizaciones disponen los dueños de los partidos, el presidente del partido, igual, naufragó en su nombramiento. Quien manda, dispone, negocia y reditúa es el caudillo.
La democracia, se fortalece cuando los partidos se han remozado, cuando sus militantes se han formado y su adoctrinamiento político ha alcanzado niveles de suficiencia; sólo ahí, podemos sostener que la delegación del mandato popular a través de los procesos eleccionarios… tendrá una acertado cumplimiento.
La cátedra popular siempre será una alternativa de formación ciudadana -a despecho de algunos politiqueros de vieja data- a través de ella es posible expresar con libertad el pensamiento valioso de la ciudadanía, por tanto, a mayor número de ciudadanos capacitados, mayor será el grado de responsabilidad democrática que podamos consolidar a lo largo de nuestro diario navegar.
Hagamos conciencia de esta realidad política y en función de aquello, actuemos con responsabilidad buscando en cada amanecer el rumbo verdadero hacia la consolidación de una democracia real, participativa, ciudadana e incluyente. Sólo la educación democrática nos hará auténticamente libres… navegando juntos hacia el puerto de la democracia verdadera; para que esto suceda les deseamos: …buen viento …y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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