Nuestro propio Halloween

La alienación que se recibe de todas partes, con elementos positivos y negativos, hace que Ecuador y gran parte del mundo, hoy celebre una extraña fiesta denominada Halloween y cuya característica especial es sembrar miedo, espanto, terror, horror en los diferentes escenarios de convivencia y recreación, mientras, sobre todo niños y jóvenes, disfrutan con disfraces que, mientras más horribles, son más espectaculares, llenando bares y discotecas con eventos a veces descontrolados. Es una celebración de origen norteamericana que, ahora, se recrea en el cine, la televisión y las redes sociales, con películas repletas de sangre, escenas espeluznantes y muerte, para deleite de sus seguidores.

Pero Ecuador, en el plano real, está viviendo su propio Halloween, con un narcotráfico que, para conseguir sus propósitos, se ha valido del crimen organizado que, mediante sicariatos, están cometiendo atrocidades. Todos los días, sobre todo en las provincias del Litoral, medios informativos dan cuenta de asesinatos, decapitaciones, desmembraciones, etc., al margen de robos simples o agravados que tienen en vilo a los habitantes del país que, desesperados recurrimos a los poderes centrales, en busca de acciones contundentes que confronten tanta criminalidad.

Y la Asamblea: ¿qué hace ante este aterrador panorama que vive el país? Prácticamente nada. En su seno debieran forjarse leyes (porque es su obligación), que respalden las acciones del Ejecutivo; sin embargo, eso es una utopía porque, lo único que hacen las bancadas es pugnar para ver cuál de ellas ejerce mayor oposición a los planes y proyectos del primer Mandatario, para no dejarle gobernar, con intenciones maquiavélicas.

Vale hacer un paréntesis a esta nefasta realidad porque, para los ecuatorianos, este es un día grandioso, pues rendimos pleitesía al Escudo Nacional, instituido por el Congreso el 31 de octubre de 1900, durante el gobierno de Eloy Alfaro, consta de 15 elementos entre los que se destacan el cóndor, el Chimborazo, río Guayas, el sol, astas, palmas de laurel y oliva, signos zodiacales, banderas, un buque, etc. A este símbolo patrio lo vemos impregnado en nuestra bandera para colmarnos de amor a la Patria.

Darío Granda Astudillo

dargranda@gmail.com