Hay dos tipos de temas en la agenda política, temas intrusivos y temas no intrusivos. Los temas intrusivos son aquellos sobre los cuales la gente tiene una experiencia directa, ejemplo, tener luz, tener dinero para comer en el día a día. En esta línea, los temas, de manera general, en el territorio y no volátiles (que se extingan en el tiempo) que deberían estar en el debate son dos: inseguridad y desempleo. De manera particular y volátil, los temas que podrían tratar los candidatos depende del público electoral al cual los candidatos quieran convocar. Por ejemplo, el invierno y la crisis de infraestructura, es un tema intrusivo pero volátil. Será un tema que sólo dé réditos electorales dependiendo la provincia al cual se dirija el candidato o si se hace campaña en territorio. Lo que se explotará como narrativa de un candidato conectado con la gente para generar impacto emocional en el electorado de manera general.
Hay dos temas que no son intrusivos, pero que geopolíticamente a pesar de su volatilidad tienen un impacto mediático y que los candidatos tratan, la posición respecto identidad de género y Venezuela. Esto por la nueva oleada que se ha generado con la posesión del nuevo presidente de EE.UU. y sus posiciones herméticas y radicales que llaman la atención electoralmente. Frente a esto, el mostrarse cercano, en el caso de Noboa, a Trump tiene la pretensión de ganar legitimidad para mostrarse como alguien de esa línea y consolidar su voto duro a partir de la construcción de líder fuerte y que resuelve. De ahí las declaraciones de la Ministra de Educación y del presidente respecto el Presidente Maduro. Por otro lado, de ahí la posición de Luisa respecto el género por ser un tema mediático y volátil.
En conclusión, a veces nos hablan más de lo que no importa de lo que realmente es urgente en este país. Esperemos el debate.
Pablo Ruiz Aguirre
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