«Uffffff, ya pasaron a segunda vuelta esos representantes de los mestizos. No deberían estar ahí, impuros, mezclados. Seguramente buscarán sus propios intereses o se engañarán entre ellos, sobre todo porque su naturaleza mezclada no les permite ser poco ignorantes o completamente inteligentes.
– Salió por ahí un «don» que no tenía bigote, pero un buen poncho pa’l frío y dijo ¡Los mestizos deberían quedarse ahí en las ciudades! En sus legos de cemento. Que ni se les ocurra venir acá con sus crisis existenciales a tratar de conectarse con la tierra, con el sol, con el agua. Si ni entienden, pero a punta de yoga y de ponchos de marca, quieren dañarnos la paz acá arriba.
Ufff si ganan ellos, seremos como esa Iberia tan golpeada. Si ganan ellos, seguro a todos nos toca cambiar de vestimenta. Inti nos salve y que su dios los proteja».
¿Y si fuera del otro lado? ¿Se ve que ignorante parezco, juzgando al otro desde lo que conozco, dañando al otro porque no es igual? Hay que quitarse los estereotipos, hay que quitarse las taras mentales. Todos las tenemos en mayor o menor medida. Hay que volver a debatir y preguntar de ideas en política y no juzgar al indígena como lo no probo, lo malo, por el mero hecho de ser indígena. Estoy seguro, que todos tenemos aciertos y errores, más allá del color, del origen y la cultura que nos tocó (ojo nos tocó), pero lo que si no nos tocó es discriminar al otro, esa sí es una decisión propia del día a día. Y a partir de ahí podemos pasar a abrazarnos y confiar un poco más.
Pablo Ruiz Aguirre
pabloruizaguirre@gmail.com