Los hechos muestran…

Los órganos de nuestros sentidos nos permiten captar el mundo material de manera bastante precisa: podemos ver de cerca y a distancia; escuchamos sonidos y ruidos en un amplio rango de frecuencias; distinguimos olores; sentimos frío y calor; gustamos diferentes sabores. Además, para mayor precisión, podemos servirnos de instrumentos adecuados.

Tanto los seres humanos como los animales podemos captar los hechos que ocurren. Pero solo los humanos podemos darnos cuenta de las regularidades de esos hechos y encontrar leyes que los rigen. Para ello debemos utilizar además el razonamiento para que no pueda haber contradicciones teóricas, por lo que podemos decir que una teoría es un intento de explicar racionalmente los hechos.

Mostrar los hechos y demostrar los razonamientos son acciones que pertenecen a dos niveles y ámbitos diferentes. Los hechos se muestran, mientras que los razonamientos se demuestran. Es decir, la ciencia muestra, pero no demuestra los hechos, mientras que una teoría se construye mediante demostraciones. Yo puedo “mostrar” (pero no “demostrar”) que el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno.

Y es que una demostración no nos dice sobre lo verdadero o falso de algo que aseveramos sino lo correcto o incorrecto de un razonamiento. Y cuando muestro que el agua está formada de hidrógeno y oxígeno, no empleo para nada un razonamiento demostrativo.

Lo anterior nos permite llegar a dos conclusiones referentes a la ciencia. La primera nos dice que la ciencia se ocupa del ámbito material, es decir, de aquello que puede ser captado por cualquiera de nuestros sentidos. Todo lo que esté fuera de este alcance no puede ser explicado por la ciencia ni entrar en el dominio de la misma.

Finalmente podemos decir sin inquietarnos que la ciencia muestra, pero no demuestra.

Carlos Enrique Correa Jaramillo

cecorrea4@gmail.com

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