Aunque muchas veces es negativa la influencia de redes y dispositivos electrónicos que captan nuestra exclusiva atención, es loable su utilidad cuando se trata de ser solidarios, es muy fácil solicitar o requerir apoyo en situaciones de calamidad y se obtiene ayuda por el alto espíritu de solidaridad humana.
No debemos perder ese ánimo de ayudar a los demás, muchas veces no en la forma que se esperaría, pero al menos en la forma que se pueda. Es impensable lo que se puede generar con la unión de personas, por ejemplo, podríamos ser solidarios como país con nuestro país.
Lastimosamente se han generado a título de solidaridad muchas infracciones de orden penal como estafas y abusos de confianza, por ello, la solidaridad debe focalizarse a un grupo humano que verdaderamente necesite o a las personas que se conozca.
También ha sido causa de desconfianza la ayuda mediante depósitos bancarios, porque luego se les clonan las cuentas de los depositantes, pero aquello, no puede generar la falta del espíritu humano, para evitar aquello, si es posible que seamos solidarios con conocidos, familiares y mediante las autoridades como en el caso de los damnificados de los incendios forestales. El ser humano jamás debe perder su solidaridad.
Manuel Salinas Ordóñez