Exautoridad señala que las autoridades recién, 10 días después, reaccionan y que al inicio únicamente se limitaron a ver cómo las llamas arrasaban los cerros.
Los habitantes de la parroquia Malacatos, del cantón y provincia de Loja, manifiestan que el combate a los incendios forestales vía helicópteros debió ejecutarse uno o dos días después de iniciados y no cuando todo se salió de control, causando enormes daños a la flora, la fauna y la población en general.
Una difícil visibilidad
El expresidente del Gobierno Parroquial, Vicente de Paúl Ochoa Lalangui, manifiesta que el flagelo tuvo su origen en el barrio El Prado Bajo, de la parroquia Malacatos, el lunes, 11 de noviembre de 2024, y que recién las autoridades reaccionan cuando todo está consumado, incluso las aeronaves no pueden ingresar por la nula visibilidad y ello, en su criterio, es sumamente grave.
“Ahora solo estamos a expensas de Dios para que se pueda sofocar los incendios porque aquí está todo lleno de humo, el aire está contaminado y esto se empeora”, expresa con preocupación.
Dice que, durante estos 10 días de fuego, los moradores han venido solicitando a las autoridades locales actúen de manera urgente, pero la respuesta ha sido siempre que nada pueden hacer porque el humo se tornó más denso y mientras las justificaciones oficiales iban y venían los cerros que rodean a la parroquia lojana ardían.
Se extiende a las otras parroquias
En este contexto, “frente a la nula acción de los responsables”, las llamas cobraron cuerpo y contaminaron a las otras parroquias: San Pedro de Vilcabamba y Vilcabamba.
“Nadie hizo nada, las autoridades locales se limitaron a ver cómo se quemaba la vegetación, la Gobernación tampoco actuó. Es una pena. Vivimos en un país donde a las autoridades nada les importa la situación del pueblo”, dice la exautoridad.
Vicente Ochoa Lalangui agrega que Malacatos no sabe a quién recurrir y, frente a ello, la población se encuentra abandonada y que más bien desde el exterior: Perú e Italia, a través de sus helicópteros, se obtuvo una respuesta, aunque, según reitera, a destiempo porque todo está fuera de control.
Un daño irreversible
En estos 10 días, las llamas han destruido más de ocho mil hectáreas de vegetación. El expresidente del gobierno local califica de daño irreversible y calcula que 50 años tendrán que pasar para recuperar la flora de las diferentes parroquias del suroriente y también del Parque Nacional Podocarpus (PNP) que viene siendo azotado por los incendios.
VOZ
El Cajas (Azuay) se quemaba mientras el presidente Daniel Noboa estaba en la cumbre de mandatarios y no decía absolutamente nada”,
Vicente de Paúl Ochoa Lalangui, expresidente del Gobierno Parroquial de Malacatos.