Hora de escoger

Ecuador tras pocos meses de estabilidad política entra nuevamente en un proceso democrático. Esta vez, marcado por la importancia de realizar un voto consiente y a la par con los valores que como sociedad y como país nos representan. Pero, ¿realmente reflexionamos sobre el peso de esta decisión? Pues, en medio de promesas, campañas y debates, es fácil dejarnos llevar por discursos elocuentes, guiones virales o por el cansancio que genera el proceso político, además de una notable frustración y resentimiento por la calidad política del Ecuador. Sin embargo, nuestro deber ciudadano exige más que una elección basada en impulsos. Nos invita a cuestionarnos profundamente y a discutir sobre qué decisión tomar. Para esto, necesitamos analizar a los candidatos y sus propuestas con espíritu crítico. ¿Están comprometidos con la transparencia y el bien común? ¿Representan soluciones reales para los problemas que enfrentamos, o simplemente repiten promesas vacías, propias de una política blasfema y populista? Es crucial también considerar los valores que guían sus acciones. La relevancia mediática, la integridad, la empatía y la responsabilidad deben ser características innegociables en quienes aspiren a liderar. No basta con prometer progreso; debemos exigir coherencia entre lo que dicen y lo que han hecho en el pasado, cosa que en Ecuador resulta fácil de evidenciar pues la clase política parece derivarse de la casta empresarial.

En un país como el nuestro, con sus desafíos sociales, económicos y políticos, el voto consciente es nuestra mejor arma para impulsar un cambio real. El cambio para futuro entonces jamás dependerá de un político de turno si no de la conciencia de los mandantes que lo eligen y fiscalicen. Informémonos, cuestionemos, debatamos, y cuando llegue el día, votemos con convicción y esperanza.

Darío Xavier Alejandro Ruiz

darioalejandro9@gmail.com

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