Yuval Noah Harari, en Nexus, explica que las democracias poseen mecanismos de autocorrección que les permiten ajustarse cuando el gobierno se extralimita. En contraste, las dictaduras, al ser redes centralizadas, carecen de estos mecanismos, lo que las hace más propensas a abusos de poder.
Entre los siglos XV y XVIII, miles de personas, principalmente mujeres, fueron acusadas de brujería y ejecutadas en Europa y América. Este fenómeno, impulsado por el miedo y la manipulación, se basaba en rumores y venganzas personales. Decir la verdad o poseer conocimiento podía ser peligroso, llevando a la persecución e incluso a la muerte. Aunque los tiempos han cambiado, la resistencia a la verdad y al conocimiento persiste, dificultando la autocorrección social. Las redes sociales están llenas de información falsa que los consumidores no contrastan por lo cual muchas creencias son erróneas, pero se siguen manteniendo. Esto se agrava aún más con una parte de la prensa parcializada y con pocos mecanismos de autocorrección de la sociedad.
Un mecanismo efectivo de autocorrección es fomentar la reflexión crítica y la retroalimentación constante buscando diversas perspectivas y cuestionando nuestras propias creencias. Fortalezcamos nuestra capacidad de mejora, busquemos la transparencia y la apertura a la crítica para y contribuir a una sociedad más justa y preparada para afrontar nuevos desafíos.
Santiago Ochoa Moreno
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