Ante la última ola que enfrentamos ante este virus y cuando empezábamos a convivir con él, nuevamente el miedo, el golpe a la economía, y a vísperas de una elección presidencial que más que propuestas nos ha enseñado lo más vil del ser humano que es el odio y jugar con la vida de los ecuatorianos, nos roba las fuerzas para seguir soñando con una vida mejor y un gran país.
Mientras países como El Salvador o Chile avanzan en su Plan Vacuna nosotros aún estamos en supuestas pruebas rápidas, como por ejemplo Gobiernos Autónomos ocultan su campaña política con donaciones de supuestas pruebas que de acuerdo a la opinión de los expertos no son confiables y “no sirven de nada” y sus donaciones son pretexto para su ocultar su exceso de oferta adquirida… vaya a saber con qué fin.
Mientras los microempresarios se baten entre la escases, la falta de demanda, y por cubrir sus costes a fin de mes o pagar el arriendo, o su cuota de crédito bancario, nuestros políticos se hacen de la vista gorda y hasta candidatos prefieren optar por ofrecer el oro y el moro y denigrar a su contrincante, es que la realidad de la mayoría de ecuatorianos es distinta y difícil.
“No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha” dice el evangelio de San Mateo. Supuestamente este refrán aludimos a las buenas obras y a lealtad, pero hoy nos dan una lección de incongruencia, disparate y sólo boca de nuestros políticos.
Andrés Ontaneda Vivanco
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