El cantón lojano Quilanga, celebra la finalización del nuevo Santuario Diocesano de «Cristo Pobre», una obra que será inaugurada el 29 de junio. El párroco Herman Yaguana lideró el esfuerzo de diez años para reconstruir este importante centro religioso, cerrado tras el terremoto de 2016 por motivos de seguridad.
El párroco de Quilanga, Herman Yaguana, ha anunciado la culminación del nuevo Santuario Diocesano de «Cristo Pobre», que se erige como la iglesia matriz del cantón. Este santuario, declarado en 1996 y que alberga una histórica imagen de Cristo Pobre, representa un hito significativo para la comunidad quilanguense.
Esfuerzo colectivo
Herman destacó que, durante sus diez años de gestión como párroco, tuvo el honor de iniciar y completar esta emblemática obra. La iglesia, con una historia de 127 años, sufrió daños adicionales durante el terremoto de 2016 en Ecuador, lo que llevó a su cierre temporal por motivos de seguridad.
A partir de 2017, comenzaron las gestiones lideradas junto al entonces alcalde Francisco Jaramillo para obtener los permisos necesarios para la demolición y reconstrucción del santuario. En 2018 se colocó la primera piedra y desde entonces, gracias al esfuerzo, se logró recaudar más de un millón de dólares a través de actividades diversas y donaciones.
Un símbolo de fe
Destacó también el apoyo de la comunidad y el comité en este proyecto que consideran una manifestación del poder divino. Además, compartió anécdotas personales sobre el hallazgo de documentos familiares que lo motivó a perseverar en este esfuerzo colectivo.
A pesar de la inauguración planificada para el 29 de junio de este año, el párroco mencionó que aún resta la finalización de los laterales exteriores con madera, para lo cual confían en cerrar este capítulo sin deudas pendientes.
La colaboración ha sido notable no solo entre los residentes locales, sino también con comunidades de Quito, Loja, Sucumbíos y Londres, así como con las tres administraciones municipales que apoyaron el proyecto a lo largo del tiempo.
- VOZ
«Hemos vivido un reto muy grande que nos ha sido propuesto desde lo alto»,
Herman Yaguana, párroco de Quilanga.