Dos finales brasileras decisivas para el continente

La primera para futbol continental y la segunda para la política regional. Y sí, es innegable que el gigante mundial volvió a ser el epicentro de atención de medios, portadas y tendencias de redes.

La tarde de este sábado, la mitad más uno de Brasil y del mundo futbolero, tuvo sus ojos puestos en Guayaquil. Y es que Ecuador por primera ocasión fue la sede de la final única de la copa libertadores, el trofeo más ansiado por cualquier equipo del continente.

Casualmente los protagonistas fueron dos brasileros, por un lado, el discreto Atlético Paranaense y del otro lado el equipo con mayor hinchada en el mundo el Flamengo. La fiesta futbolera se tomó el puerto de Santa Ana, y como se preveía, el club más popular levantó la copa como si jugara de local.

A día seguido Brasil volvía a las urnas para definir en segunda vuelta al presidente de la Gran Nación. Se marcaría el retorno del ultimo socialista del siglo XXI o se mantendría un conservadurismo polémico.

Para Brasil los dos modelos ya son conocidos, Lula lideró el progresismo brasileño en dos periodos, mientras que Bolsonaro se mantiene en el poder, radicalizando su política pública y su imagen al mundo desde el 2019.

Nos compete la atención, puesto que la geopolítica internacional marca inevitablemente el curso de la política local, y a tres meses de nuestras elecciones seccionales, las ideologías y movimientos locales también empiezan a fortalecer sus planes y sus estrategias.

Esta nueva ola de progresismo, ya marco una tendencia y va ganando elecciones, como en Argentina, México, Chile o Colombia. Pero ojo, los pueblos a quien gobiernan ya no son los mismos de hace una década y la oposición tampoco.

Jorge Ochoa Astudillo

socjorgeochoaa@gmail.com