Loja estuvo presente a través de Andrés Armijos, docente de la Carrera de Ingeniería Forestal de la Universidad Nacional de Loja, en Estocolmo, Suecia, donde se desarrolló el XXVI Congreso Mundial 2024 ‘Bosques y Sociedad hacia 2050’ de la Organización Internacional para la Investigación Forestal (Iufro, por sus siglas en inglés), con la participación de 4.300 delegados de 114 países en más de 200 sesiones de ciencia y más de 3.500 presentaciones de expertos.
«Investigación integral de maderas tropicales en el sur del Ecuador. Caracterización, identificación y avance científico» fue la temática con la cual participó el representante de la Alma Máter lojana, quien fue beneficiario de una beca otorgada por el Programa de Asistencia a Científicos (SAP, por sus siglas en inglés) de la Iufro, que concede ayudas económicas a jóvenes investigadores forestales para su participación en reuniones científicas.
La participación de la UNL en el Congreso fue exitosa en la línea de ‘Bosques para el futuro’, una de las cinco líneas temáticas del evento, y permitió mostrar al mundo la producción científica generada en los últimos cuatro años en la Carrera de Ingeniería Forestal a través de su Laboratorio de Anatomía de las Maderas Tropicales. Este trabajo se enfoca en la resolución de problemáticas relacionadas con el tráfico ilegal y el control forestal en Ecuador.
La UNL expuso al mundo sus avances en innovación tecnológica para el manejo y control del tráfico de especies forestales y presentó a nivel internacional la Xiloteca EC, la primera xiloteca virtual de maderas en el país. En el simposio titulado ‘T5.16 Métodos avanzados y aplicaciones de la identificación de la madera’, la UNL fue una de las 30 universidades e institutos de investigación que participaron.
“Estamos muy contentos de desarrollar este tipo de tecnologías con las que dejamos en alto el nombre de la UNL, mostrando que estamos trabajando bajo las mismas líneas que otras universidades”, refirió Andrés Armijos.
CLAVE
Luego de la presentación en el Congreso se despertó el interés de varias universidades del mundo para formar redes académicas y colaborar en la producción científica de la UNL.