Los ecuatorianos para elegir a los Asambleístas nacionales y provinciales estamos obligados a escoger una organización o alianza política en particular, pues la reforma a la Ley Electoral del 2020, bajo el argumento que se debe fortalecer a los partidos y movimientos políticos, eliminó la posibilidad de elegir a un candidato en particular de cualquiera de las listas que se presenten para la contienda electoral; por tanto, no elegimos a un candidato sino a una tendencia política, ni los propios candidatos o afiliados a dicha organización, conocen a qué corriente del pensamiento filosófico y doctrinario representan -menos aún el sufragante que, en el mejor de los casos, conoce al dueño del partido político porque siempre participa por dicha tienda partidista. El Art 120, dice: […] “el voto será́ en listas cerradas y bloqueadas. Los electores marcarán la casilla de la lista de la organización política o alianza de su preferencia.” […] Si no tenemos una organización o alianza de nuestra preferencia, debemos optar por el voto nulo o dejar la papeleta en blanco.
Alrededor del tema pueden existir algunas reflexiones: 1) los ecuatorianos tenemos centenas de organizaciones políticas inscritas en el CNE, ergo, no puede haber excusa para asegurar que no haya una o varias de preferencia del elector; 2) en el ejercicio del poder, quienes resultaron ganadores de dicha elección representan al pueblo como su “mandante” u obedecen a los intereses de las organizaciones políticas que, al final del camino, es lo que debemos elegir; y, 3) como no escogemos personas, sino movimientos políticos, resulta falso decir que fueron las propuestas o la trayectoria de los candidatos las que orientaron el voto a su favor.
Bajo estas reflexiones es imperativo que cambiemos el sistema de democracia en nuestro país, que modifiquemos el sistema de elecciones primarias por una verdadera democracia interna, a través de la cual, los afiliados, y solo estos, propongan las candidaturas de mujeres y hombres que representan a esa organización política; eliminar la venta de candidaturas; prohibir que los partidos políticos se conviertan en vientres de alquiler y con ello promocionen mafias, carteles u organizaciones delictivas ; para que esto suceda les deseamos: …buen viento… y buena mar.
Lenin Paladines Salvador
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