Con el grave deterioro de las vías y la inundación que acaba de sufrir la ciudad de Loja, causados por las fuertes lluvias, hemos llegado a un punto sumamente crítico. Accidentes de tránsito por todo lado, pérdida de vidas humanas, columnas de vehículos atrancados en la ciudad, cantones y parroquias de la provincia, dificultades para el transporte de productos, ahora el libre tránsito de las personas en la misma ciudad, causando un impacto negativo en el turismo y la economía local, han puesto a la colectividad en una situación preocupante de intranquilidad, nerviosismo y zozobra.
Ante esta dolorosa realidad, ¿cuánto más tendrá que suceder, para que los diferentes sectores reaccionemos? Es imperativo dejar el odio, el sectarismo, las diferencias políticas e ideológicas, unamos fuerzas y voluntades: autoridades locales y provinciales, representantes de gremios, organizaciones sociales y ciudadanía en general, para trabajar en conjunto y exigir la atención inmediata que nos merecemos.
La necesidad de acción urgente demanda la colaboración de todos los sectores. Ya no podemos permitir que Loja siga siendo abandonada y postergada. Hace falta liderazgo patriótico de las autoridades para con la ciudadanía unir fuerzas, ideas e iniciativas y construir un objetivo plan de reconstrucción y mantenimiento vial de todo lo devastado en la ciudad y provincia de Loja, con el presupuesto necesario y transparente, compuesto con el apoyo de los diferentes sectores sociales, sin más carga de impuestos, participación activa de la empresa privada, instituciones autónomas y del Estado.
Con esta nueva forma organizativa seria y sincera, sin miedo, ni temores, es hora de conformar un frente común férreamente sólido, para ejercer presión ante el Gobierno, que levante la voz, haga valer nuestros derechos, exigiendo atención prioritaria para nuestra querida provincia fronteriza, dejando constancia, bien clara, que Loja esta vez no aceptará más promesas incumplidas.
Rómulo Acaro Guerrero
romuloacaroguerrero@hotmail.com